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El ámbito doméstico ha sido históricamente, y lo es todavía hoy en día, el espacio de trabajo y responsabilidad para gran parte de las mujeres. Desde hace siglos ha habido un esfuerzo intencionado por representar el hogar como un espacio espiritual, de seguridad y descanso -el lugar propio de las mujeres- frente al mundo exterior, la esfera pública - el lugar de los hombres- de caos, desorden y peligro (McDowell 2000; Fenster 2006; Fraser 1990). Pero, ¿dónde empieza y termina el hogar? ¿Cómo habita una mujer y qué es lo que habita? Esta comunicación trata de entender las estrategias cotidianas que realizan tres grupos de mujeres costureras que acuden a talleres de costura en el barrio de Roquetes, Torrassa y la Mina en Barcelona. Barrios que bien podríamos considerar márgenes urbanos en tanto que por su condición de espacios de exclusión, desposesión, inversión y/o marginalización, así como por su interrelación y dependencia con el centro urbano. La historia de estas costureras está marcada por un trasfondo de luchas, migraciones, desencanto, sufrimiento y frustración. Sin embargo, a pesar de todas las incertidumbres y la precariedad que las atraviesan, el taller de costura al que acuden parece actuar como un espacio socializado, socializador y casi terapéutico para ellas, un lugar donde poder compartir y generar redes con otras mujeres en situaciones similares. Aunque los encuentros de las mujeres entre ellas suelen estar supeditados casi siempre por una cuestión de utilidad o por la urgencia, el taller de costura se revela aquí como en un espacio que desdibuja lo público y lo privado; un espacio que acoge una práctica típicamente doméstica e individual, pero que, al mismo tiempo, se convierte en movilizadora y colectiva.
Adentrarse y comprender lo que ocurre en esas zonas de margen, es decir, la violencia urbana, el despojo, las economías de subsistencia, los desahucios y la inestabilidad a la que se ven presionadas, no resulta tarea fácil. La combinación de métodos de investigación cualitativos al uso con otros más experimentales ha permitido comprender mejor las complejidades de vivir –y sobrevivir– en estos espacios. Concretamente, este trabajo explora, entre otros métodos, el proceso de autodocumentación de la cotidianidad de cinco costureras que asisten a un taller de costura en el periférico barrio de Roquetes en Barcelona. Esta herramienta consistió en distribuirles cámaras fotográficas desechables con la premisa de que fotografiaran los lugares donde realizan sus tareas u otros espacios como testimonio de su día a día para después realizar una entrevista sobre las imágenes. Por otro lado, con las costureras del barrio de Torrassa se generaron unos mapas de vida textiles con el fin de que, mediante el simbolismo de los tejidos, trazaran su cotidianidad, sus espacios y prioridades. Por último, en el estigmatizado barrio de La Mina en Barcelona, se llevaron a cabo una serie de mapas colaborativos para adentrarse en las complejidades del barrio, sus tramas, las dificultades que padecen y la importancia de los espacios de encuentro que se generan en él. Pues, en última instancia, son las propias mujeres las que desempeñan un papel vital en el mantenimiento y desarrollo de su comunidad, desplegando toda una serie de estrategias cotidianas para sostener la vida en los márgenes.
Keywords
espacio doméstico, márgenes urbanos, prácticas cotidianas, taller de costura, supervivencia
Palabras clave: espacio doméstico, roles de género, desigualdades y resistencias espaciales.
Desde varios campos se ha desmitificado el espacio como neutro: periodista Caroline Criado Perez (2019), desarrolla el One-Size-Fits-Men; arquitecta María Novas (2014), defiende la idea del sesgo androcentrista; y geógrafa Linda McDowell (2000), afirma que los espacios nacen desde las relaciones del poder, entre otros planteamientos que permiten avances en los cuestionamientos del diseño de espacios y el género. A menudo se relaciona el espacio público con lo masculino y el espacio doméstico con lo femenino, un espacio femenino desde las concepciones masculinas. Se insiste, con mucho acierto, en que debe reapropiarse el espacio público, pero se le opone de manera simplista a la pluralidad del espacio doméstico. La vivienda se reduce a una simple contingencia, un problema de metros cuadrados con “soluciones” prácticas, como simplemente rehabilitarlo. Una razón de este fundamentalismo es la visión heteronormada que se tiene del hogar, en el cual se producen trabajos del cuidado que en esta sociedad aún no han sido lo suficientemente revindicados.
Esta ponencia es producto de una parte de la investigación para la maestría de arquitectura, desarrollo y sustentabilidad, busca hablar de las desigualdades y resistencias que han desarrollado las mujeres que trabajan desde casa, en el pueblo originario de Santa Anita Zacatlamanco. El objetivo es analizar cómo los roles de género inciden en la configuración de la vivienda. Desde la perspectiva de género y el feminismo decolonial, en particular el de María Lugones porque se cree que puede traer significados contestatarios que trascienden la asociación tradicional de la relación que se tiene entre los espacios y el género; con el fin de investigar las complejas intersecciones que se producen entre las mujeres y el espacio doméstico. Igualmente se retomaron investigaciones como las de Mariana Enet (2011), y “los 10 estigmas de diseño patriarcal en la vivienda” como punto de partida para aplicar actividades de campo, un taller participativo y posteriormente un análisis espacial,
todo ello en conjunto con mujeres de Santa Anita Zacatlamanco. Una reflexión que visibiliza Enet: es el espacio doméstico no concibe acciones productivas dentro de la vivienda, es importante entender que, para muchas mujeres de sectores medios y pobres, la vivienda es mucho más que las actividades reproductivas. Se requiere de espacio para actividades como la educativa, recreativa y la productiva; como es el caso, en hogares de la colonia Santa Anita Zactlamanco donde mujeres se dedican a la venta de alimentos, peluquería, costura, creación de joyería, decoración floral etc.
Un pueblo originario, que aún tiene prácticas históricas que han perdurado en el sincretismo y se inscriben desde el espacio doméstico para llegar a la colectividad que hacen persistir tradiciones como la elaboración de tamales desde el hogar. La intención es visibilizar y nombrar desigualdades y actos de resistencia espaciales del trabajo de mujeres que contribuyen a la construcción de la colectividad. Porque se distingue que las mujeres aportan a la historia del género en la medida en que las mujeres contribuyen en su quehacer cotidiano al desarrollo de la sociedad.
Fuentes consultadas:
Carrasco, Cristina (2003). La sostenibilidad de la vida humana: ¿un asunto de mujeres? ‖, Mujeres y trabajo: cambios impostergables, Magdalena T. León (comp.), Porto Alegre, Red Latinoamericana Mujeres Transformando la Economía (REMTE)/Marcha Mundial de las Mujeres/Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO)/Agencia Latinoamericana de Información (ALAI).
Enet, Mariana (2011). Diseño participativo del hábitat. Con mirada de mujer. MC Rodríguez y MM Di Virgilio (Comp.) Caleidoscopio de las políticas territoriales: Un rompecabezas para armar. Buenos Aires, Prometeo Libros. Lugones, María. (2011). Hacia un feminismo descolonial. Revista La Manzana de La Discordia, 6(2), 105–117. http://www.bdigital.unal.edu.co/48447/
McDowell, Linda (2000). Género, identidad y lugar: un estudio de las geografías feministas (Vol. 60). Universitat de València.
Nájera, José Luis (1993). Región urbana de Iztacalco. Diseño y Sociedad, (4), 34-43.
Novas Ferradás, María (2014). Arquitectura y género: una reflexión teórica. Perez, Caroline (2019). Invisible women: Data bias in a world designed for men. Abrams
Este trabajo parte desde la premisa que los suburbios surgen como espacios donde se reafirma el modelo estándar de familia nuclear y reproduce la histórica división de roles de género en el cual “el hombre es quien trabaja en el mundo productivo y remunerado fuera del hogar”, y las mujeres son asociadas a encargarse de las tareas reproductivas, las cuales no son remuneradas ni valoradas socialmente a pesar de sostener el sistema económico. En estos enclaves la realidad cotidiana es más compleja que las dicotomías que asocian sexo-género-espacios-esferas, ya que en lo concreto se proyectan como espacios invidualizados y silentes. Esto último favorecido por su estructura a todas luces uniforme que traza un modo de vida en el que alegóricamente se alcanza el tan ansiado bienestar en el marco de una sociedad posmoderna y neoliberal, donde cabe preguntarse ¿Quiénes alcanzan esta idea de bienestar realmente?
Particularmente en Latinoamérica las ciudades medias y las periferias han sido de interés para la construcción de los suburbios. Por lo que la hipótesis propone que los espacios suburbanos en las ciudades medias se configuran progresivamente como un dispositivo neoliberal que
reescribe los imaginarios colectivos respecto a la vivienda y la propiedad, teniendo como una de sus consecuencias nuevos modos de habitar para las mujeres, permeados por nuevas formas de violencias, en la esfera pública como privada. En este sentido es que el objetivo central se propone analizar las tensiones sociales, violencias y relaciones de poder que se inmiscuyen en la cotidianidad de las mujeres habitantes de los espacios suburbanos en la ciudad de escala intermedia llamada Coronel, intermedia, altamente industrializada y por consiguiente, masculinizada, ubicada en la región del Biobío, Chile. En cuanto a la metodología, se encauza y construye desde un paradigma socio-crítico que comprende la realidad como intersubjetiva y compleja. Asimismo reconoce a las ciencias sociales, y personalmente, la Geografía, como un saber y herramienta emancipatoria, por lo que la pluralidad de instrumentos cualitativos (y eventualmente cuantitativos) como entrevistas, mapeos colectivos y análisis semiótico, serán abordados a través de la investigación-acción participante y colectiva. En cuanto a los resultados esperados, se busca en ellos lograr caracterizar las relaciones de poder y los conflictos mencionados anteriormente enraizados en el espacio geográfico y los territorios, cuyo propósito es aportar a erosionar las históricas y arraigadas jerarquías dentro los campos de la investigación, así como también acabar con la visión universalizadora del conocimiento que sin duda alguna suponen un cerco para las comunidades en condición de subalternidad y la proliferación de sus saberes. Por lo mismo, este trabajo se proyecta como una construcción del devenir y un esbozo para cimentar las resistencias del porvenir valorando la cotidianidad, experiencias y saberes emergentes.
Palabras Clave
Suburbios, neoliberalización, miedo, (in)seguridad, periferia.
El proceso continuo de mercantilización y posterior financiarización de la vivienda ha dejado a millones de personas sin hogar en todo el mundo. El “derecho a la vivienda” ha sido progresivamente reemplazado por el “derecho a endeudarse” para comprar una vivienda, convirtiendo los hogares y los barrios en “la última frontera del capitalismo financiero de alto riesgo” (Rolnik, 2018). En este mismo sentido, García-Lamarca & Kaika (2016) muestran cómo, tras el estallido de la crisis en 2007, los cambios macroeconómicos y las políticas de financiarización de los mercados de vivienda han impactado en múltiples aspectos de la vida de la gente: reduciendo su capacidad para acceder a una vivienda o para tomar decisiones, rompiendo sus redes sociales, o repercutiendo sobre su salud. Se trata en definitiva de un proceso global de “acumulación por desposesión” (Harvey, 2004) cuyas repercusiones varían en función de los diferentes contextos, y que afecta particularmente a las mujeres (incremento del paro, recortes y reducción de los servicios públicos, desalojos, etc.). Una crisis que se evidencia y percibe en el entorno inmediato (familias, vecinas, etc.), y que es el sustrato de una movilización global de movimientos locales de “toma de la calle”. Una movilización, que pone el acento en la reivindicación de derechos fundamentales como el derecho a la vivienda y a la ciudad, en el que las mujeres adoptan un papel protagonista en tanto que sujetos políticos de pleno derecho. En este sentido, se considera que el caso español puede ser paradigmático dada:
La envergadura y el impacto de la crisis, con cerca de un millón de ejecuciones hipotecarias desde su estallido en 2007.
La magnitud del proceso de “toma de la calle”, y específicamente de la movilización social por hacer efectivo el derecho a la vivienda que emergió en 2009 a través de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH).
El objetivo de este trabajo es analizar el papel de las mujeres en la lucha por hacer efectivo el derecho a la vivienda en España, desde el surgimiento de la PAH hasta la actualidad. Para dicho análisis se ha partido de la teoría de la estructuración de Giddens (1984) y del concepto de Justicia social de Fraser (1996, 2008). Se plantean los siguientes interrogantes:
¿Qué estructura organizativa se ha propuesto desde la PAH y cuál ha sido el papel de las mujeres en dichas estructuras?
¿Cuáles son las propuestas de la PAH con respecto al acceso a la vivienda, hasta qué punto han influido en las políticas públicas de vivienda y cuál ha sido el papel de las mujeres en dicho proceso?
¿Qué cambios ha logrado este movimiento en el imaginario colectivo, tanto en la sociedad civil como en el Estado, en relación al derecho a la vivienda y al papel de las mujeres en dicha lucha?
Respondiendo a estas preguntas, el artículo pretende atender también a la pregunta marco respecto a como la lucha por el derecho a la vivienda y a la ciudad, contribuye al empoderamiento de las mujeres y a su reconocimiento como sujeto político de pleno derecho.
Palabras clave:
Feminismos, movilización social, derecho a la ciudad, vivienda.
Palavras-chave: Direito à moradia; Políticas públicas; Campinas.
Introdução
“Justiça espacial” e “direito à cidade” são dois termos que sempre estiveram e permanecem presentes nas discussões acerca da [re]produção do espaço, especialmente quando tal discussão se direciona ao espaço urbano. Entretanto, tais termos não retratam a realidade, visto que as cidades ainda se materializam a partir de uma lógica capitalista, a qual cria e intensifica as desigualdades sócio-espaciais.
Dessa forma, tais termos se inserem enquanto utopia na luta por direitos coletivos numa ótica que se contrapõem à produção capitalista e possibilitam que a cidade seja vista em seu valor de uso, e não enquanto uma mercadoria. Nesse contexto, os movimentos populares desempenham um importante papel na alteração do arcabouço institucional para que novas leis e políticas públicas sejam concretizáveis pelo Estado a partir do interesse social (RODRIGUES, 2016).
O presente trabalho tem por objetivo discutir a necessidade de políticas públicas para a moradia que incluam as especificidades das mulheres, a partir do estudo do município de Campinas/São Paulo. Desta forma, espera-se contribuir para o entendimento da luta por moradia enquanto uma pauta para o movimento feminista.
Aspectos metodológicos
Para alcance do objetivo da presente pesquisa fez-se necessário o levantamento e revisão sistemática da literatura acerca de duas temáticas centrais: (1) o direito à moradia, compreendendo como a luta por tal direito se estabelece no contexto de capitalismo globalizado/financeirizado; e (2) o entendimento da participação do movimento feminista na luta por acesso à moradia. A partir disso, foi possível compreender como estes dois aspectos se relacionam e se materializam no território de Campinas/São Paulo.
Concomitante a isso, foi realizado o levantamento de dados estatísticos, no site da prefeitura municipal de Campinas e em plataformas governamentais, como o Instituto Brasileiro de Geografia e Estatística (IBGE), e visita à primeira reunião extraordinária da Comissão da Mulher, realizada na Câmara Municipal de Campinas, que permitiram compreender como o direito à cidade e a participação popular se relacionam e se materializam no território de Campinas/São Paulo.
Após a compilação e sistematização dos dados obtidos, da participação da reunião da Comissão da Mulher e das reflexões realizadas a partir das leituras, foi possível construir um panorama sobre o papel dos coletivos feministas de Campinas na luta de acesso à moradia.
Reflexões e considerações
O município de Campinas tem sua formação territorial intrinsecamente atrelada às atividades econômicas, as quais influenciaram diretamente o processo de urbanização. Desde o café no século XIX, que incentivou a implementação de ferrovias, até mais recentemente a industrialização na segunda metade do século XX, processo este que atraiu investimentos privados, e influenciou investimentos estatais em infraestruturas que favorecessem as empresas e aumentassem a acessibilidade ao território.
Tal processo de urbanização se deu de maneira contraditória. Por um lado, contribuiu para a exclusão social, com vários momentos de periferização da população pobre do município, que contribuíram para o aumento da irregularidade e de diversos problemas habitacionais, principalmente na porção sul e sudoeste do município. Por outro lado, houve também um intenso avanço de residenciais de alto padrão em loteamentos e condomínios fechados, ocasionando vazios urbanos de baixa densidade populacional na porção norte e noroeste de Campinas (SILVA; MATIAS, 2017).
As desigualdades sócio-espaciais se intensificam no território ao passo que planos estratégicos propostos pelo município visam o desenvolvimento tecnológico atrelado ao desenvolvimento econômico, partindo de um entendimento fetichizado da cidade. São priorizados investimentos de agentes hegemônicos que se preocupam a atender os interesses de acumulação do capital (SEIXAS, BORDIGNON, 2020).
Mais uma vez há a prevalência do interesse do capital sobre o interesse social da terra/propriedade. O levantamento realizado pela plataforma Numbeo, que reúne dados econômicos de diversos municípios brasileiros, caracteriza a cidade de Campinas como a quarta cidade com maior custo de vida do país, o que ilustra a influência da lógica capitalista na vida dos cidadãos e cidadãs. De acordo com apresentado pela plataforma, a moradia corresponde 18,2% do custo total, o segundo maior custo para os moradores da cidade.
O aumento do custo de vida impacta diretamente na redução de gastos com lazer e qualidade de vida, atingindo principalmente a população mais pobre e que vive na periferia do município. As mulheres, especialmente as chefes de domicílio, são as mais afetadas, visto que a elas se destinam não apenas a manutenção financeira do lar, mas também o cuidado da casa (trabalho não remunerado) e o cuidado dos filhos (reprodução social da vida).
Em contraposição a esse cenário, o aumento de mulheres eleitas nas últimas eleições, juntamente com o aumento da participação política, tem tensionado as lógicas de funcionamento das políticas públicas. Um exemplo de tal movimento, ainda que de maneira embrionária, consiste na primeira reunião extraordinária da Comissão da Mulher para a construção coletiva de uma carta de reivindicações, a ser entregue ao prefeito de Campinas. Dentre as demandas discutidas, a moradia tem destaque enquanto um direito central a ser garantido.
Na medida em que movimentos de mulheres se reúnem também em instância governamental, são evidenciados os problemas e preocupações que as mulheres possuem em sua vivência na cidade, e são realizadas demandas que de alguma forma limitam a especulação imobiliária, ressignificam a função social da cidade e da propriedade, evidenciam o direito à moradia como direito humano.
Referências utilizadas
RODRIGUES, Arlete Moysés. Políticas públicas no espaço. Revista Cidades, v. 13, n. 22, 2016.
SEIXAS, Lucas Pinto; BORDIGNON, Isabela Magalhães. Campinas, cidade inteligente: do fetichismo à pós-política do espaço urbano. Boletim Campineiro de Geografia, v. 10, n. 2, p. 447-460, 2020.
SILVA, Ciro Ruiz Vicente; MATIAS, L. Vetores de expansão urbana: análise da cidade de Campinas (SP). Boletim Campineiro de Geografia. v.7, n.2. 2017.